viernes, diciembre 04, 2009

PARA BAILAR EL TANGO

Para bailar el tango
se deben doler esquinas
suspirar por el funyi y las polainas
llorar el desencanto
humear guitarras y bulines
mirar a los ojos desafiante
acomodar las caderas
dejarse llevar por la mano
que ajusta su calor a la cintura
y llorar bandoneón de pura curda

para bailar el tango hay que soñar
noches de amante
insinuar la vida en cada paso
embriagar el corazón con los compases
sufrir nostalgia en el estaño


©Elisabet Cincotta

6 comentarios:

Graciela María dijo...

Querida Elisa, hermoso poema, como lo son todas tus creaciones...tus blogs y cuanto realizas... Felicitaciones.

Gracias por haber llegado a mi vida...

Deseo que el próximo año sea de bendición para ti y los tuyos...
Te dejo un poema de mi autoría para esta Navidad, con todo mi cariño.




Navidad del 2009


Navidad de un año difícil,
en los distintos planos de la vida individual y social.

Tráenos niño con tu canasta de bienes plenos,
la paz que hemos perdido.

La salud, el trabajo y los sueños…

Repone los árboles que con nuestra ambición
desmedida quitamos.

Porque con nuestra maldad nos quedamos
sin fuerza en los brazos.

Repone el amor en nuestro corazón,
que aniquilamos con la soberbia.

Tantas equivocaciones que ahora,
quizás tarde nos damos cuenta.

Que tu luz nos transforme, para que seamos dignos de ti y
volvamos templados a la labranza

Labranza del alma, ahora arrepentida.


Autor: Graciela María Casartelli
Unquillo, Córdoba, Argentina.

Un abrazo grande, Graciela.

Narci M. Ventanas dijo...

Preciosa definición del tango, sin duda hay que estar muy vivo para bailarlo, pero también dispuesto/a a morir de amor en el intento.

Besos
Narci

Gustavo Tisocco dijo...

Elisa amiga Felices fiestas a ti y a los tuyos, con cariño Gus.

Anónimo dijo...

Que en el comienzo de este Nuevo Año, todos los sueños se vean cumplidos y que las estrellas sigan guiando nuestros caminos.
Mis mejores deseos para estos tiempos venideros.
Besos.

Anónimo dijo...

Ese tango se baila desde el alma dolida...
Excelente!!!!!


Un fuerte abrazo.

Sonia Quevedo dijo...

Elizabet, al pasar por este bellísimo poema, recordé la preciosa voz de mi padre, solo para tangos, y la perfección del baile, solo tangos, de mi madre; ellos me hicieron sentir lo que tú, con este poema; también lloré sin entender el porqué, siendo una pequeña de seis años.

Gracias por traer a mi tantos recuerdos con tan espectacular poema .