Entre bruma/tedio y añoranzas
el día se hace viento en la palabra.
Derrota algún recuerdo
en silencios/curda/tiento/
estaño/humo de cigarro.
Entre llovizna la humedad
pone grises en la zozobra.
El pensamiento camina
y el reloj permanece inerte.
Entre el frío del invierno
hay renaceres que pueden permanecer
casi virginales -sin viciarse
con la frase hiriente- ni mojarse
de garúa en Buenos Aires.
Entre cueca y tango la piel
se eriza de nostalgias.
Los jacintos florecen tras la ventana.
Agosto no duerme/
no se ensaña con latidos
exacerbados de orgullo.
Vibra con el verso -que es poema
al cruzar la cordillera-
para acuñar de sentidos los tantos
entre arrullo de noche interminable.
Elisabet Cincotta
derechos de autor reservados
1 comentario:
Noches de nostalgia sin fin...pero vemos las flores renacer por la ventana...y para acompañar esta lectura detrás no es un tango, pero se escucho un tema de Raphael ...Yo soy aquel que por tenerte da la vida, el que estando lejos no te olvido, el que reza cada noche por tu amor.faaaaaaaaa.
Que poaseito me pegué por tu blog, salgo a escribir poemas. Besos.
Gabriela Abeal.
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