Que al fin es hora de mirar el sol naciente
sin importar si es este u oeste.
Preparar el telar con finos hilos
y armar un poncho de sueños/realidades.
Que ya es tiempo de vencer algún sendero.
Trocar por mieles el acíbar.
Sospechar que algún polo subyace
entre tango y melodía.
Anocher sin tiempo y geografía
ni simular encuentros ni pasiones.
Caminar Almagro/
rueca/flecos/boliche y un suspiro
donde quede el descanso entre tus manos.
Elisabet Cincotta
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2 comentarios:
Bonito compusiste, Elisabet.
Belleza de unos versos muy sentidos,
que producen sensacion de ser amantes,
con tu poncho armado de sueños/realidades,
para olvidar el sendero del olvido.
Bonito, Elisabet.
Saludos.
Atentamente, Emilio.
Con este poema hoy caminé Almagro, barrio donde vivió mi abuela y es un retazo precioso de mi infancia. Gracias Elisa.
MARITA RAGOZZA
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