Para saber quién sos
tomo la cordillera
y la cruzo en la memoria.
Allí, donde el Pacífico acerca,
paisaje, rosal y pétalo acuñan
un andar de mano a mano.
El jardín, el té, relatos.
Pan que nunca falta.
La Tana suena entre malezas,
la tierra se abre en surcos
son los brazos quienes marcan
la esperanza de caderas
tango a tango.
El gris-dorado se despliega,
en el hombro, paso a paso
y es la blusa, pañuelo al cuello,
quien augura la cadencia,
mientras juega la cadera
y el firulete se entremezcla.
Nos vamos...
empedrado, manto, cielo
y el farol que enciende
sonrojos de piel
de tanto en tanto.
Elisabet Cincotta
DERECHOS DE AUTOR RESERVADOS
3 comentarios:
Me encantan tus poemas rebosantes de bellas metáforas y tanta musicalidad.
Precioso blog. Pareces estar bailando al tiempo que lees.
Saludos
Se siente la melodía, se siente el poema...
Un abrazo gus.
Mi queria asmiga, placer me da recorrer tu casita y dejar mi huella en ella.
Un gusto sentir el sabor de buenos aires en cada letra.
mis besos y feliz navidad.
cristi
Publicar un comentario