CIUDADELA
En su ciudadela había un retoño de esperanzas.
Sol, malvón que la distancia no podía hacer olvido.
En equipado verso, cual son de una guitarra, abrazaba el día armada de la dicha pasajera, porque ser en su quimera era más que ser nostalgia.
Rudimentaria estampa guardaba frases y aromas.
Esencial era la gloria de sentir el beso ausente y aunque no lo creyese, doliente, amanecía entre mantas de un ayer sin palabras ante la oscura mañana que forjaba su sendero ciudadela adentro.
Sólo ella sabía cuánto amaba
Elisabet Cincotta
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5 comentarios:
Precioso realato. Ya te lo he dicho y repito mil veces, me prendo de tus palabras, de tus versos que cantan nostalgias y melancolías en tangos y vida.
Qué bello el contenido de tu blog amiga querida.
Besos,
Migdalia
Qué poder inmenso posee quien imagina una historia de amores desencontrados, salvo que los haya vivido, virtud de un corazón sin secretos, no tengo dudas, que saca de sí escenas maravillosas, aunque deriven entre dolidas ausencias e interiores oscuros y ocultos. Un beso para usted, amiga, José
Te mando un saludo muy grande, bellos poemas recoges en está página.
Erika
"Ciudadela", tú sí que desbordas tus estrechos confines para abrirte a los de la magia, del amor y... del recuerdo...
Hermosa poesía...Graciela María de Vida Reflexion
Gracias por tus palabras.
Tu poesía tiene la bella densidad del poeta que hay dentro de ti...un abrazo azpeitia
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