Y como nada se fue
-orillando noches por Barracas-
Desapareció titilando charcos.
Sumió esperas.
Lamentó agrestes partidas.
Decidió marcharse -con su orgullo
y su altivez errante-
sin poder encarcelarla.
Sucumbió al intento.
Ella ya sabía/
no es fácil oler a pampa
cuando el hielo andino
aprisiona menesteres de añoranzas.
Ella comprendió la huida.
No pronunció palabra.
Él no barajó el gesto de libertad
que ella regalaba.
Él al sur del sur/
ella al sur del Riachuelo.
Ambos en la nada.
Elisabet Cincotta
derechos de autor reservados
-orillando noches por Barracas-
Desapareció titilando charcos.
Sumió esperas.
Lamentó agrestes partidas.
Decidió marcharse -con su orgullo
y su altivez errante-
sin poder encarcelarla.
Sucumbió al intento.
Ella ya sabía/
no es fácil oler a pampa
cuando el hielo andino
aprisiona menesteres de añoranzas.
Ella comprendió la huida.
No pronunció palabra.
Él no barajó el gesto de libertad
que ella regalaba.
Él al sur del sur/
ella al sur del Riachuelo.
Ambos en la nada.
Elisabet Cincotta
derechos de autor reservados
2 comentarios:
Elisa, mis palabras se quedan chicas, cortas, huídas, ante la majestad de este peoma.
Permíteme el guardarlo y hacerlo mío.
La imagen me subyuga.
Besos, Migdalia
Extraordinario poema, blog , con tu magia y caalidad de expresión...
Abrazos y besos
Raquel Luisa Teppich
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