Entonces escapó.
Esculpió anchuras, pretextos,
tiempos y dolores
que convencieran la partida.
Cinceló sudores y retoños.
Con el mástil óleo-oro envaneció la dicha.
Se fue esquivo del adiós
con excusas que bruñían el cobre
de aquellos días de amor
y por qué no de espanto.
Elisabet Cincotta
derechos de autor reservados
6 comentarios:
me gusta..
Tuve la oportunidad de leer algunos de tus poemas en Bordando la despedida, que consegui el año pasado en Librarte
Bellas muchas de las imagenes...
saludos y suerte.
Sin desvíos, llegando directo al alma. Tu palabra mi admirada y querida amiga, es saeta impregnada de cálidos aromas.
Un beso enorme y en lo posible desde este internet y siempre desde mi corazón, mi amistad y todo mi cariño.
Migdalia
realmente me caló hondo. hermoso.
francisco
una partida que duele , sin excusas ... bonita imagen del final ' de aquellos días de amor y por qué no de espanto' . fuerte.
Marisa.
una partida que duele , sin excusas ... bonita imagen del final ' de aquellos días de amor y por qué no de espanto' . fuerte.
Marisa.
Le haces una poesía, un puente de plata aunque no lo merezca a quién abandonó el mundo conocido, la huella de tu paso....un beso....azpeitia
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