no hay hombre/ niña/
jazmines ni guayabas
que remansen el torrente
Medrano no espera citas/
ni el canillita proclama su pecado/
la calle se viste de rutina
está sola
pronto las violaciones de la mujer
y el hombre de blanco
tapizarán su cuerpo de roja soledad
el incienso
perfumará salones /
negra bata del que espera/
ella no tiene nombre ni poema
para dejar en su epitafio
no habrá rosales ni reja
que contengan la palabra
Elisabet Cincotta
derechos de autor reservados
12 comentarios:
Siempre me deleito con la fuerza y su vez sutileza de tus versos.
Bello poema, querida amiga
¿qué querés que te diga? me mataste con los dos últimos versos; sos una ídola.
besos
Liliana
Tanto dices amiga, de nosotras y quizàs de las mujeres que tienen el oficio de la prostituciòn. Abrazos, siempre, Julia
Bello poema Eli, bello.
Un abrazo Gus.
Epitafio que desnuda la crudeza de de la sin razon urbana...
Hermosa actualización.
Erika
Tus pequeñas y grandes historias caben en pocas palabras pero es mayor la intensidad de sus emociones, No digo nada nuevo, Elisa, amiga, todo lo dices tú con tanto acierto. Mis afectos de siempre.
Me gustan tus poemas, seguiré visitando tu blog para ir leyendo.
Un saludo
MJ
Bello es tu blog pienso volver
Una dolorosa realidad. Un conmovedor poema sin duda alguna.
Tu verbo, una maravilla.
Besos,
Migdalia
Bello y expresivo, elegante como es tu poesía.....azpeitia
Elisa:
Leerte es llenarme es intentar vaciarme para comulgar contigo el mismo idioma poético.
mi abrazo y admiración.
SANTOAMOR
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