Llueve.
Los granos sugieren palabras que no existen.
Sostenido el goteo, sobre tanta prudencia,
no llega a ser grito.
Y duele.......... y no surge.
Resbala por el continente óseo
que sostiene la carne, a veces insensible.
Llueve.
Derrama la partitura de lamentos.
Reconstituye la piel ante el espejo.
La guitarra suple el pesar.
La voz, el llanto.
Y mientras llueve, ella simula algarabía.
Elisabet Cincotta
derechos de autor reservados
5 comentarios:
Sentí muy cerca este poema, trabajo espléndido que sacudió mi alma de gran simuladora.
Siempre es un placer leerte.
Cariños!
Sinceramente, lo primero que vino a mi cabeza cuando la leí, fue que el tiempo pasa de forma muy rápida.
Un cordial saludo.
y me sigue gustando...
"Y duele y no surge."
Es increible todo lo que ocultan las gotas, sobre lo que nosotros simulamos...
Muy bonito.
Saludos!
http://lanochecircular.blogspot.com
Los toques melancólicos me gustan, y en lo personal me predisponen, me sacan ángulos interesantes. En tí, eso es algo que viene como "marca en el orillo". Es un placer regresar a los sitios queribles, estoy siempre por aquí aunque mire de lejos. Un beso.
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